Con los mercados de barrio de toda la vida puedes hacer varias cosas:
a) dejarlos como están y observar su agonía y cierre.
b) cargarte su espíritu popular y convertirlos en un centro de franquicias y delicatessen.
c) construir un aparcamiento.
d) recuperarlos para el barrio, generando actividades que los llenen de vida y los conviertan de nuevo en lo que fueron, los centros de la vida social del vecindario, junto con las plazas.
De todas estas (todas reales) la opción d) es la que parece que se está auto-gestionando en los mercados que me pillan más a mano, San Fernando y el Campo de Cebada. Digo auto-gestionando, porque mientras la municipalidad está con cosas como EuroVegas 2026 y Olimpic Games 2020, megaproyectos grandes grandes, donde va a parar, son los vecinos y los colectivos ciudadanos los que se están ocupando de generar los proyectos de cambio local.
En el mercado de la Cebada, SeAlquila, junto con la Cooperativa de comerciantes del Mercado, la asociación de vecinos, el campo de Cebada y otros colectivos, asociaciones y empresas, ha organizado una muestra efímera de creación contemporánea: SeAlquilaMercado.
Durante tres días han convertido el mercado en una feria de arte y una muestra de arte urbano. Haces la compra de las verduras para la cena, te despiezan el pollo para la comida, buscas unos tomates de ensalada ricos, los feos, que son los que saben, te llevas unos encurtidos para el aperitivo, caracoles por capricho y pasas por delante de esos percebes que te huelen a morriña de mar, mientras haces todo eso, te das unos bailecitos con la musiquita del DJ y aprovechas para echar un ojo a las geometrías de E1000, los graffitis de Rubicon1, Zé, Porfavor, Ruina, Kid Chalao, las intervenciones de Chylo, Laparesse, Alberto de Pedro, Borondo, Teje la Araña, haces un trueque con Open Street Art, cartografías a cambio de fotos, disfrutas del arte ‘censurado’ de An Wei Lu Li, de las fotos del colectivo Duda, del retrato del banquero, te ríes con las pollas en vinagre de Espania y los cerebros enlatados Literal, se me olvidaba el pan y los huevos, luego una cañita en los barecitos minúsculos del mercado. Esto es lo que se llama dinamizar el mercado, o por lo menos yo salí dinamizado bastante.
Este es el resumen fotográfico de una mañana de mercado de barrio:
Más en mi flickr:
Nos vemos por los mercados!
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