Siento más intranquilidad frente a los muros silenciados que cuando las paredes me hablan.
Me aburren los barrios de paredes impolutas y recién pintadas, la diversión está en el caos creativo e hirviente, hiriente y vandálico también.
Temo más las mayorías silenciosas que la algarabía de las minorías ruidosas, sobre todo en estos tiempos, imperio de la mediocridad.
Pánico me dan los que hacen lo que hay que hacer, lo que quiera que sea eso, mis simpatías están con los que exploran las sendas al margen de los caminos marcados, aunque vayan bordeando el pantanal.
Será ilegal, pero el delito no es pintar una pared, delito es matar el futuro de una generación y condenar al resto a una penitencia eterna, ese es el delito, no me vengan con historias.
Así me he encontrado Santiago este verano.
No tengo más que decir, ustedes mismos.
Más en mi flickr: http://www.flickr.com/photos/rh2ox/sets/72157635518057118/
Nos vemos en los muros que hablan!
No comments