Encontrar El Dorado debía ser algo similar. Viajar en busca de las riquezas imaginadas, cualesquiera que sean esas, llegar al lugar, comenzar a deambular de forma errática, derivando hacia las coordenadas del tesoro y de repente, como en una aparición, encontrarse con las riquezas imaginadas, en una proporción tan abrumadora que el descubrimiento casi toma un carácter agónico y bordea el riesgo de shock por sobreestimulación.
Eso fue Valencia, creo que nunca he estado más cerca de confundir placer y dolor, por lo menos durante tantas horas seguidas, sobredosis de estímulos, agonía por documentarlo todo. Volveré, seguro, pero lo quería allí y entonces, luego puede que desaparezca, es la condena de lo efímero, su desgracia y su virtud. Pretender el mapeo del arte urbano de una ciudad como Valencia en tres días es de locos, pero para eso estamos los locos, para hacer locuras.
Un descubrimiento las obras de Deih, estética de comic Sci-Fi, ante eso admito que no puedo resistirme, solo disfrutar embobado como un crio. Estas son las fotos de sus impresionantes ilustraciones sobre pared en Valencia:
Más en mi flickr: http://www.flickr.com/search/?w=72764087@N00&q=el%20dorado
¡Nos vemos en las calles de Valencia!
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