Llegar cinco años tarde, se dice pronto. Aunque hay cosas que se disfrutan mejor cuando pasa el tiempo.
Estamos tan acostumbrados a la novedad y la inmediatez del arte urbano y el graffiti, todo el día corriendo a ver las piezas con la pintura aun fresca, a ir a la carrera (en general) para publicar la foto en internet antes que nadie, a revisar el instagram a toda leche para identificar las novedades casi cada hora, lo de ayer ya es historia, que a veces parece que se nos olvida que las piezas en la calle tienen su propia vida y que esa es buena parte de la gracia del tema.
Como diría alguien, lo importante es el contexto. Siempre entendido en un sentido amplio, espacial y temporal. Es tan importante la propia pieza como dónde está y su evolución con el tiempo. Y eso es algo que se suele perder, ya el contexto espacial es imposible de trasladar a una foto, pero es que el temporal ni lo intentamos, de asfixiados que estamos por las novedades sin fin.
Porto, una mañana medio lluviosa, luz tamizada perfecta y las piezas del Visual Street Performance del 2010, cinco años y pico después de recién pintadas. Un par de horas disfrutando mientras recorría sin ninguna prisa por acabar las galerías y los recovecos de la Fábrica Social.
Lo que queda de ese tiempo perfecto son las fotos de un lugar escondidinho y lleno de rincones con arte. Si van a Porto busquen un hueco para acercarse a este fantástico lugar, pregunten por los ‘graffitis de atrás’ y que les abran la puerta verde del fondo, tienen para un buen rato.
Piezas de Caos, HBSR, Hium, Klit, Mar, Mr. Dheo, Oker, Vhils, YouthOne, Best Ever, Sphiza, Kayo, Ram, Uber, Blast.
Muchas más fotos en mi flickr.
Nos vemos por las ruas!
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