O sí. Aunque es más agradable imaginar que no. Es fácil imaginar que no. Que todo ese espacio se podía dedicar a otras cosas. Miles de metros cuadrados diáfanos para lo que se les ocurra. Y con las paredes pintadas, claro está. Mejor pintadas que grises. ¿Se lo imaginan? Seguro que sí.
Extraña sensación en el interior del monstruo en espiral. A partir de la quinta planta, ni un coche, nada, como si hubiese caído una bomba de neutrones horizontal, solo el espacio vacío, las cámaras de seguridad y el hormigón. Quizá el futuro sea así, mientras tanto, disfruten de las paredes pintadas, creo que también aguantan las bombas de neutrones.
Estas son las fotos de un parking en Porto. Un parking casi perfecto, sin casi coches y con las paredes casi llenas de arte. ¿Les he dicho que me encanta Oporto?
Más fotos en mi flickr.
Nos vemos por las calles o los parkings!
No comments